En tu corazón las llamas que me aterrorizan en mis sueños En tus ojos la envidia que conduce a este mundo En tu piel el color tierno de la injusticia En tu palabra un arma mortal, un arma de humanos
Pero...
En tu corazón las ganas de crecer que hacen la revolución En tus ojos esperanza, la luz de miles de almas En tu piel riqueza, montañas imposibles de escalar En tu palabra amor, nobleza
Este mundo no perdona. No olvida. A veces la mentira tiene mas valor que la verdad. La realidad es perfecta, es justa. Hay una reacción por cada acción. Es injusta cuando la reacción recae en el prójimo. Los culpables solo existen en los libros de historia. Algunos olvidados. En este mundo hay engreídos. Los que no conocen los sinsabores de la vida. Los que ignoran. Ellos reciben el peor dolor que existe en la tierra. Nunca podrán conocer la verdadera felicidad. Hay otros que aprenden que el sufrimiento no es consecuencia del dolor. Algunos llegan al extremo de volverse insensibles. Incapaces de entender el sentido de la existencia humana, se satisfacen jugando consigo mismos. Uno se debe preguntar si ellos son los mas sabios. Tal ves ni siquiera merecen existir. Hay algunos que no son nada. Se esconden detrás de las cortinas de las masas, sin identidad real. Una mentira. Pero entre las masas, ahogados por todo el ruido, están las personas sensibles. Solo confiesan los mas valientes. Ellos conocen la esperanza de que el amor puede ser absoluto. De que existen las segundas oportunidades, y las terceras, y las cuartas, etcétera. Ellos, los reales, los nobles, conocen la verdadera felicidad al ver la sonrisa del otro. Ellos son revolución.