martes, 29 de diciembre de 2009

Un día durante el mes de noviembre, vino una paloma. Me trajo un polo donde estaba estampado el nombre de una camida japonesa. Un polo japonés. Desgraciadamente este carecia de tamaño mientras que yo me exedía. Pero aún así, es mío.

1 comentario:

leonardo barbuy dijo...

mío el regalo

la ventisca
de plomo

el peso
lo ligero

y la incertidumbre
de esta pertenencia

¿quién tiene una pregunta más?